MILAGRO
Cuando mi nombre, olvido,
cuando el silencio, acero,
cuando el cansancio la suerte de mis piernas
y oscuro el color de mis ojos,
me recordé dorado de barrio y piberío.
Entonces falté a la cita con la muerte.
Vivo ahora en puntas vestido de verde,
orbitando una fuente de deseos,
maravillado de ser lo que no he sido.
2 comentarios:
Y que tarde mucho en aparecer...personas como tú, engrandece el mundo...un abrazo
Vengo, recuerda,
dije que volvía,
te leo ávida,
vuelo con tus letras,
sencillas y exactas.
Te admiro.
Gracias, siempre.
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