ROMANTICA VENECIA


El tren llegaba a Venecia y la visión de las islas me emocionó. Tantas expectativas, al llegar. Tomamos las valijas y comenzamos a buscar el hotel ya reservado. ¿cómo encontrar su dirección, entre esas callejuelas?.
Nos acercamos a un empleado de la estación. Amablemente, nos explicó que el hotel, estaba ubicado a cincuenta metros de allí.
Dejamos todo en la habitación asignada, y como chicos impacientes, salimos en busca de la Plaza San Marco.
- Vayan caminando - nos dijo el conserje- son veinte minutos a pie.
Con entusiasmo, mirábamos cada callecita, cada puente. Las góndolas, pasaban románticamente por los canales. Esos veinte minutos de caminata recomendada…!fueron tres horas!. Cuando casi desfallecía de cansancio, llegamos a la Plaza San Marco, que majestuosa, se presentaba a nosotros. Rubén, se sentó en medio de la plaza, observando todo lo que lo rodeaba. Las palomas revoloteaban en una danza ritual sobre las cabezas de los turistas.
Yo, deseaba un paseo en góndola. Después de pensarlo durante toda la mañana, ya que era costoso, negociamos con un gondolero, y lo hicimos.
Que más se puede pedir, con mi amor, un paseo romántico…en el atardecer de Venecia….
Lo que el gondolero no explicó, es que la marea estaba baja, y la distancia entre el muelle y la barca, era en ese momento, enorme. Feliz por el paseo que habíamos hecho, traté de subir, justo en un momento de oleaje importante. Con una pié en el muelle, y el otro en la góndola, fue imposible hacer pie firme, y quedé suspendida, viendo con desesperación, el agua debajo. Abrazada a uno de los altos maderos de la dársena, no podía hacer ningún movimiento, paralizada por el susto. Quizás, más asustados estaban Rubén y el pobre gondolero. que no podían terminar de subirme al muelle, empujándome desde atrás y sosteniéndome a la vez, para que no cayera al agua. No sé, cómo lograron hacerlo, pero lo hicieron. Ya sobre el muelle, respiré aliviada, viendo que mis manos sangraban, por tanto aferrarme al astilloso, pero salvador madero.
Hermosa Venecia, ciudad romántica y misteriosa…pero Góndolas… ¡¡nunca más!!

2 comentarios:

Ruth dijo...

Lía querida toda una vivencia pero como decimos acá "lo bailado, ni quien te lo quite!!" Creo que les debieron faltar ojos para admirar y contemplar todo, no?
Que dichoso viaje lleno de emociones convertidos en sentimientos inolvidables...

Besos para ambos..

Anónimo dijo...

La anécdota no podrá nunca hacer desvanecer el momento en el que, abrazados, mecidos por los manejos del gondolero, os mirasteis a los ojos. Como si lo estuviera viendo!!! Y qué envidia!!! Relato simpático al final... emotivo para siempre. Saludos, guapa. Casandra.