Mancora



La Sal, elemento indispensable para la vida, y habiendo tanta en los océanos! Que nos da la impresión al mirarla que lleva vida por sus corrientes marinas, sus movimientos cadenciosos, brutales en ocasiones y alegres cuando, unido con el viento parece volar por el aire y prenderse en las peñas eternas, que le impiden su paso.

A pocas horas de Lima, rumbo al norte de la capital, esta masa de agua parece no solo cobrar vida propia, sino que hechiza todo lo que le rodea, el cielo es Mass azul que nuestras esperanzas y las arenas empalidecen ante tanta belleza reunida. La hermosa y exótica mujer, contemplaba exhorta la orilla del mar, en sus pupilas se reflejaban el blanco lechoso de la espuma de mar, en que mundos submarinos se habría perdido, quizás intentando ahogar recuerdos que en la superficie de la realidad le provocaban pena y desasosiego…. Pero, volteemos la mirada hacia tierra dentro para contaros esta historia de amor contrariado que , con el tiempo se convirtió en canto de sirena, tal vez no la llegues a oír porque el ruido de las olas intentan ocultarla, quizás.. Para evitar que otra criatura terrestre no pase por la misma historia.

2 comentarios:

LIA50 dijo...

Que bueno Eric!! por fin volviste a los relatos, me encantó, sigue ..me intriga esta historia.Un beso amigo Lía.

Anónimo dijo...

Ya me quedo con la intriga...
Un saludo y un abrazo Eric.
Madeira