FELIZ CUMPLEAÑOS LIA50

Muchas felicidades en el dia de tu cumpleaños Lia50, que todos tus deseos, los que faltan realizar, se cumplan en este dia 28 de Diciembre, mucha felicidad, salud, dinero y tiempo para disfrutarlos.

Con mucho cariño
Eric_sbn (Josè Luis)

EN SILENCIO


 

EN SILENCIO


CUANDO NO ENCUENTRO  PALABARAS
ADORO EL SILENCIO.
SINO ESCUCHAS MI VOZ
DEJA QUE HABLE MI MIRADA,
ACARICIEN MIS BESOS,
ME SIENTAS EN TU PULSO,
NOMBRÁNDOTE
PERO CALLADA

COTIDIANO


El mantel…las copas
el vino paseándose sobre la mesa,
rumor de charlas mezcladas,
las migas rodando paseanderas.
Una risa infantil nos silencia,
al unísono sonreímos,
giramos para verlo,
chiquitín de traviesa mirada,
nos observa…
En un segundo la felicidad  allí,
tan dulce y cotidiana…
Te espero...


Sublime esperanza de encontrarte

sostiene mi premura de tenerte,

el tiempo me acompaña en la espera,

espera que se acorta para amarte.

Y así...

El día llegará de conocerte.

EL ARBOL


Hermosa tarde, plácidamente miraba a mi alrededor,
todo el verde ante mis ojos y el sol…
Mi vista en aquel árbol, sólido, asomando sus primeros brotes de primavera.
Se distinguía, fuerte, sólido, con su ramaje …perfecto.
Y casi sin pensar…me identifiqué con él.
Con buena raíz, quedó indemne de tormentas, con alguna que otra rama rota…
pero, sosteniendo el resto.
Con esa tristeza del invierno…tatuada en su tronco, en sus hojas, pero erguido.
Expectante, asomado su rostro al sol…ofreciendo sus ramas como abrigo, para que se puedan resguardar bajo ellas…
Volveré en plena primavera, para verlo en todo su esplendor…recostarme bajo su sombra.
Sentiré la tibieza de la tarde, como hoy…
en la que me sentí, como áquel árbol…

Lía




Dedicado a todas nosotras las maduras...


Aunque aún nos falte por realizar


algunas de las cosas que menciona


mi admirado Miguel Bosé.

CREPUSCULO


Crepúsculo infinito,
golpea la tristeza.
Risas de extraños llegan.
En mi cubil , añoro abrazos.
Lentas lágrimas acompañan
mientras la soledad baila ….

LO NUESTRO


El verde abraza el camino.
Melodías de antaño
acompañan el viaje.
Embriagado de sueños
el ligero equipaje.
Distancia  que acerca y aleja,
campo y cielo.
Y más allá lo nuestro



¿Cuánto por una sonrisa?


El ostrasismo y ensimismamiento de todo cuanto ocurre fuera de un automóvil en marcha. Alejándote de los demás, aunque aparentemente vas junto con otros, en el mismo rumbo.

Pero tus pensamientos te abosorben. No miras, solo ves sin juzgar, respondes a la inercia, a los cambios de luces, amarilla, roja, frenas, paras, tu mirada perdida en ¡que se yo!

De pronto una seña que de costumbre haces con desgano. Dices con enfado un "no" con el índice. Aprietas el volante, porque no fue atendida tu negativa por un limpiavidrios.

Te percatas como acerca su botella de supuesto líquido limpiador. De pronto frente a tí, una cara pintada de blanco con risueños labios rojos acapara tu atención. Tu cara continua con ceño adusto.

Entonces de la botella salen diminutas esferas blancas de poliestireno que se desparraman sobre el cristal y una manita enguantada te hace un ¡Hola! al tiempo que la carita blanca te sonrie.

Te toma de sorpresa y ante eso que más puedes hacer que corresponder con una amplia sonrisa de complacencia. Abres la ventanilla y le entregas unas monedas bien merecidas porque te volvió al aquí y al ahora. Miras tu entorno.

Luz verde, sigues pero en forma distinta que unos minutos antes. Continuas tu camino con el rostro ilumninado por la sonrisa que el mimo de la esquina te regaló.


"Una sonrisa es para compartirla y contagiar a los demás"...

SOY
Si visto en mi ventana soy celeste todo
Si obreros de mañana son la risa
Si a mate huelo y doy destellos
Son mis días de vereda, la brisa y mis cabellos.

Si acaso navegante en los recuerdos
Si en mi frente estampados cuatro cielos
Si penetro la senda y me revivo
Son mis días con pátinas. Y sigo.

Si pienso en amigo y me redoblo
Si sonrisas juveniles, camaradas
Si pueden la euforia y la alegría
Soy pasajero calmo de estos días.
Vacaciones para mi alma



Dejo los agobios cotidianos

la lluvia pertinaz que me acompaña

limpiando todo cuanto toca,

nutriendo mi vida de frescura

alimentando mi alma en cada gota.


Constante tintineo en mis oídos,

melodía sublime que me arrulla

cayendo en un sueño placentero

volando mi Ser al infinito.

Habrá un resplandor de un nuevo día.





CARA DE PERRO

De niño, fui explorador de los rincones de Ituzaingó, Provincia de Buenos Aires. Adoraba sus calles, la estación de tren, sus jardines.
Ambulé, gomera en mano por sus baldíos y montes. A unas quince cuadras de la estación, empezaba la zona preferida de mis amigos y yo: la de quintas.
Estas, en invierno, permanecían cerradas, sus piletas de natación vacías. La época, coincidía con la producción natural de mandarinas, naranjas y quinotos.
Una de las quintas, era de Cara de Perro, encuadrado en Los Negadores de Fruta Irrecuperables. Tipos, que prefieren ver la fruta podrirse en el suelo, antes que convidar a un pibe
La quinta del antipático Cara de Perro, sus frutales, era objetivo permanente de nuestro apetito. La tarde de julio, en que decidimos el saqueo, se presentaba propicia. Sin vecinos a la vista, Donato, Semilla, Pipi, Conrado y yo, procedimos. Conrado quedó de vigía, apoyado en la tranquerita, del lado interno. Nuestros buzos se inflaron de exquisiteces.
Desde su posición, por lo tanto, Conrado fue el primero en palidecer, cuando vio que la puerta del chalet se abría. Despeinado, con los ojos enrojecidos y a medio vestir, Cara de Perro corría por la doble vereda de lajas, enriqueciendo nuestra colección de malas palabras. Tanto que hasta el mismo Semilla, as interbarrial de puteadas y carajeadas, se sorprendió.
En segundos, Cara nos amontonó a los cinco contra la tranquera, a fuerza de insultos variados y apoyado por una negra escopeta, cuyos caños pasaban muy cerca de nuestras narices agitadas. Semilla, guapo entre guapos ensayó un creíble:

-¡Pe-perdón, señor!

Pipi lloriqueaba tembloroso, consolado apenas por su hermano Conrado. A Donato, se le escuchaba el paso de la saliva por la garganta y yo sentía que era una lástima, morir a los diez años a manos de ese ogro.
Después de hacernos dejar las frutas en el piso, Cara de Perro rugió:

-¡Ahora... a la comisaría!

No conocía por dentro la “Morón 5ta”, pero sí sabía de sobra de mi viejo y su cinturón. En ellos pensaba, cuando algo oí de “Juez de Menores” y “Reformatorio”, Para entonces, Pipi lloraba como Adrianita en “La niña del gato”.
De pronto, Cara de Perro enmudeció. Nos repasó a los cinco con mirada de diablo, y dijo tajante:

-Yo, me voy a vestir y a sacar el auto. Pero voy a estar vigilando... ¡al que quiera escapar lo cago de un tiro!
¿Entendido?

De pasar por allí en verano, conocíamos bastante de Cara y su familia, de su esposa excedida en peso que jamás usaba malla, de sus dos prolijas hijas de nuestra edad - que jamás nos saludaron-. El alto y grueso cerco de ligustrinas, permitía ver detalles de asados con invitados y tardes de piscina, donde se destacaba el vozarrón de Cara de Perro, a quien siempre supusimos militar, por su corte de pelo y bigotazo negro

La tarde trágica, Cara, ciertamente tardó en salir y susurramos una fuga. Pero no nos movimos. ¿Y si conocía nuestras casas y aparecía por allí? El cinturón y mi viejo reaparecieron en mi mente.
Bien peinado y vestido, más sereno, Cara se acercó a nosotros. Nos habló de la frialdad de los calabozos en invierno, del mal trato, otra vez del juez de menores, del reformatorio, etcétera. Pero lo mejor que dijo fue:

-Bueno... agarren la fruta y llévenselas. Pero si los llego a ver por aquí otra vez... ¡les rompo el culo a patadas! ¿Entendido?.

¿Entendido? Claro que sí. Sentados en la alcantarilla de la esquina, esperando que los corazones se normalizaran, vimos salir el auto de la quinta. Al pasar junto a nosotros, Cara de Perro se llevó el índice a su ojo derecho, estirándolo hacia abajo. La joven que iba con él, se tapó el rostro con el pelo.



Fugaz

Una distancia que se acorta

sensación de estar ahí

en un mismo sitio,

nada se interpone entre dos.


Distancia que pende de un hilo

en líneas que llevan sonidos

acercamiento relativo

nos sabemos en el aquí.


Distancia que se expande

en el silencio creciente

separando, diluyendo

lo que pudo ser.


Distancia que va al infinito

como estrella fugaz que se aleja,

poco quedará... sí , muy poco.

¿Dejará de existir?

Tal vez... algo quedará.



ESTA NOCHE

Agazapadas esculpidas uñas de pútrido fermento abajo,
hiel en sombras de aborrecible flujo,
lascivos ojos de muecas y mentiras.
Ciénaga y tinieblas
Ciénaga y tinieblas...
y voy al pendiente funeral de mi rabia esta noche.

FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!! TANO



Porque te mereces todo lo mejor!!! todos mis mejores deseos para vos..
Te quiero Lìa.
Sincronía


En el espacio y el tiempo

una vez más las ideas van y vienen,

palabras en sucesión

vuelan una a una en la distancia.

Imágenes mentales, deseos expresos,

sensaciones del tú a tú en completud.

Emociones, risas, dulzura y susurros.

Sentidos en alerta ¡oh! ilusión pasajera

Deleite, afecto, entendimiento de dos.

¡Afortunado encuentro...!






CARICIAS

Acariciarte
son gotas de alivio al cansancio y a los retos
es júbilo de mis manos por la vida
adormecido vuelo de palomas.

Acariciarte
es ser príncipe de todas las espumas
es adorar románticos detalles
el renacer de la luna y mi cuerpo.

Acariciarte
es ir a dar sublime en el deseo
 mi asombro en tu seda sin prisa
y sumirme en suspiros de amor.
Nuestro tic tac




Un encuentro como tantos

convertido en constancia vivida

historia que se escribe

en el sutil espacio-tiempo,

pendida de un alfiler

de nuestro amoroso ensueño.

Un mar de sentimientos

dosificados en perenne goteo.

Dudas e incertidumbres

de un ¿para qué? sin respuesta.

Mas, la alegría nos sostiene,

¡cuanta! sensibilidad fluye

en un tic tac que no cesa.

Mi mente ocupada en tí, la tuya en mí

Felíz Diosidencia de estar ahí...

TUS MANOS


Tus manos, pájaros en vuelo
acortando distancias,
recorriendo huellas,
consolando esperas.
Tus manos, danzan alegres
cuando me hablas,
con el humo de un cigarro
sobre la palma.
Tus manos, encienden fuegos
sobre mi calma.
Tus manos,
tienen historia,
y de lo nuestro la marca.
`

Lìa
A veces...


Son mis palabras sileciosas, gritos internos,

ideas efímeras, ilusiones que se desvanecen.

Atrapada en lo étereo de mi búsqueda sin sentido,

una puerta entre abierta, un camino sin llegada.

De regreso al silencio de mi voz enclaustrada.



ROMANTICA VENECIA


El tren llegaba a Venecia y la visión de las islas me emocionó. Tantas expectativas, al llegar. Tomamos las valijas y comenzamos a buscar el hotel ya reservado. ¿cómo encontrar su dirección, entre esas callejuelas?.
Nos acercamos a un empleado de la estación. Amablemente, nos explicó que el hotel, estaba ubicado a cincuenta metros de allí.
Dejamos todo en la habitación asignada, y como chicos impacientes, salimos en busca de la Plaza San Marco.
- Vayan caminando - nos dijo el conserje- son veinte minutos a pie.
Con entusiasmo, mirábamos cada callecita, cada puente. Las góndolas, pasaban románticamente por los canales. Esos veinte minutos de caminata recomendada…!fueron tres horas!. Cuando casi desfallecía de cansancio, llegamos a la Plaza San Marco, que majestuosa, se presentaba a nosotros. Rubén, se sentó en medio de la plaza, observando todo lo que lo rodeaba. Las palomas revoloteaban en una danza ritual sobre las cabezas de los turistas.
Yo, deseaba un paseo en góndola. Después de pensarlo durante toda la mañana, ya que era costoso, negociamos con un gondolero, y lo hicimos.
Que más se puede pedir, con mi amor, un paseo romántico…en el atardecer de Venecia….
Lo que el gondolero no explicó, es que la marea estaba baja, y la distancia entre el muelle y la barca, era en ese momento, enorme. Feliz por el paseo que habíamos hecho, traté de subir, justo en un momento de oleaje importante. Con una pié en el muelle, y el otro en la góndola, fue imposible hacer pie firme, y quedé suspendida, viendo con desesperación, el agua debajo. Abrazada a uno de los altos maderos de la dársena, no podía hacer ningún movimiento, paralizada por el susto. Quizás, más asustados estaban Rubén y el pobre gondolero. que no podían terminar de subirme al muelle, empujándome desde atrás y sosteniéndome a la vez, para que no cayera al agua. No sé, cómo lograron hacerlo, pero lo hicieron. Ya sobre el muelle, respiré aliviada, viendo que mis manos sangraban, por tanto aferrarme al astilloso, pero salvador madero.
Hermosa Venecia, ciudad romántica y misteriosa…pero Góndolas… ¡¡nunca más!!

Acuerdate de vivir (dedicado en su primer cumpleaños a Juan Bautista)



Creerás que el tiempo pasa rápido,
que el buen recuerdo puede doler,
pero has venido a recordarnos
que no es tan malo crecer.

Verás que hay días con espinas
y que puede doler vivir,
pero recuerda que cada día
el mundo amanece en ti.

Vendrá el futuro a verte cualquiera de estos días.
Y tendrás en las manos lo que nunca tuvimos:
la esperanza de un mundo con los mares azules,
sin fieros huracanes o desbordados ríos.

No habrá hombres que mueran sin panes ni milagros.
Y en la pared de enfrente leerás que alguien ha escrito
un saludo de paz, un buenos días, un pájaro
con las alas abiertas para volar sin tino.

Cuando las sombras se alarguen
y te toquen con su manos
recuerda que siempre hay alguien,
alguien que te anda buscando
para pintar el futuro,
ya ves, alguien como tú
con quien compartir el vuelo
y emborracharte de luz.

Vendrá el presente a verte con hambre de futuro,
ese mañana incierto que algún día intuimos
que tú harás cercano, más humano y abierto,
más real, más igual, más justo y más limpio.

Será obligatorio escribir poesía
y la palabra amor, como si fuera vino,
tendremos que beberla obligatoriamente
con cada trozo de pan partido y compartido.

Quise escribirte una canción
para enseñarte a vivir,
eres un recién llegado
y yo ya soy tu aprendiz.





cancion de I.Serrano


Ilusión febril


Y te miré a través del reflejo de la luna

y sentí el mismo aire que respiras

y percibí la fragancia de tu cuerpo

y escuché el latir acompasado de tu vida

y saboreé el dulzor de tus palabras

y desperté mi sentido a la conciencia

para seguir por mi senda solitaria...
PIEL ABAJO


Piel abajo
perdidos sus brillos
las lunas que tristes
se agotan en la boca.
Susurran te quiero
y entonces
se pierden
siendo sal y verso
cuando hay ecos
de pasos en descenso.

PERFIL
De verme así,
robusto intenso al paso de los meses,
sorprendido del cielo de las risas
digo que el sol me dá en la cara
y es un brillo de novedoso enigma.
Y estoy así,
recuperadas mis alas del reposo,
tomadas a las tardes filigranas
e inevitablemente volando hacia los brazos
del inédito perfil de mi mujer.

ROMA


Llegué a Roma después de trece horas de vuelo, mal dormida, pero feliz de respirar aire italiano, no hay nada que hacer la sangre tira…como decía papá…
Ansiosa por llegar al departamento que me habían prestado, tomé un taxi, de paso me familiarizaba con el paisaje de la ciudad. Al llegar una amable señora me dio la bienvenida en un italiano que no dejaba de tener una entonación extraña, me aclaró que era originaria de Filipinas, pero hacía muchos años que vivía en Roma. Me explicó brevemente el funcionamiento del departamento, las tiendas de comestibles que había cerca y se fue…Allí parada en medio de la sala, comencé a observar con detenimiento a mi alrededor…un edificio antiguo …cuidado, pero no dejaba de tener un aroma extraño…ubicado cerca del Campo Dei Fiori. Dejé mis bártulos, salí a caminar y llegue a aquel mercado, lleno de gente, bulliciosa, ofreciendo su mercadería, tentadoramente expuesta las verduras, las pastas…El aroma del café me tentó, busque un bar, un humeante capuchino junto con un corneto fue mi preciado desayuno. Quería absorber todo lo que veía, la gente tan expresiva, hablaban en voz alta, y ahí me sentí completamente identificada…con el tono de mi voz. Recorrí cada puesto, cada tienda, lentamente emprendí el regreso, las horas de vuelo se hacían sentir, necesitaba un descanso.
Al acostarme me sentí extraña, rodeada de las cosas, recuerdos que fueron importantes para la dueña de aquel lugar…que habrá pensado al comprar cada libro que formaba parte de su biblioteca que coronaba cual altar su cama…cuadros y muebles chinos… detalles de lugares en los que había estado…
Por un momento me sentí usurpadora, me acerqué a su fotografía, una bella mujer, culta, independiente, supe que había sido cineasta, allí estaban los libros de grandes del cine…
Asomada a la ventana, pensé , cuantas veces ella habrá hecho lo mismo, mirando la centenaria iglesia que había frente a su casa, Santa Catherina…
Sentí una profunda tristeza, por aquella mujer…que murió sola…porque sus últimos parientes estaban muy lejos de allí…
Comencé a pensar en mi vida, que pensarán cuando ya no esté, que harán con mis cosas, recuerdos que hoy atesoro serán mirados con respeto? Lo mejor de mí lo dejaré en sus corazones, lo mejor que viví lo llevaré conmigo…
Con el último pensamiento agradecí su generosa hospitalidad…cerré los ojos y me dormí.



Lia

QUIZÀS


Quizàs, la felicidad nos encuentre,
sin búsquedas, sin prisas,
en la tibieza de unas manos,
en sonrisas sin tristezas.
Quizàs, debamos ayudarla…
Y decirle, que aquí estamos…juntos
Esperàndola,
Olvidando pasados,
disfrutando encuentros,
inventando presentes.
Valientes, creyendo en el amor,
sinceros, apasionados.
Sin mascaras…asì …simplemente comos somos
Con lo que fuimos, con lo que sembramos
Sin exigirnos ..sòlo dando
Quizàs…Ya nos encontrò…

EL VIAJE


Cruzar cielos, flotar en nubes.
Bagajes de soles, historias pasadas.
Cómplices miradas y el asombro.
Magia en los corazones
y el encuentro esperado.
Reir , reir felices,
compinches, extasiados…
Compartir sueños,
vivir...

Lía


Me gustaria compartir este bello poema, con todos ustedes y darle la Bienvenida a casa de amigos que regresan de las Europas a las Americas.






Ausencia



Se va de ti mi cuerpo gota a gota

Se va mi cara en un óleo sordo; se van mis manos en azogue suelto; se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana cerrada a cuanto no somos nosotros.

Se van mis gestos que se devanaban, en lanzaderas, debajo tus ojos.


Y se te va la mirada que entrega, cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos: como humedad de tu cuerpo evaporo.

Me voy de ti con vigilia y con sueño, y en tu recuerdo más fiel ya me borro.

Y en tu memoria me vuelvo como esos que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas de tu labor, y en tu boca de mosto.

Tu entraña fuese, y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo, ¡y en tu pasión que retumba en la noche como demencia de mares solos!


¡Se nos va todo, se nos va todo!


Gabriela Mistral









ENCUENTRO

Si acaso escapo a mi ventana
Si extraño ser sólido y un árbol
Si apenas un trance con miradas
Será que niego lo único al espejo.

Vivo un reino de silencio con sus ecos
Un páramo que estiro hasta la luna
En escala una angustia que me ahoga
Pasos que persigo por ausencia.

Y dulce clamo estas mañanas
Que brisas me lleven a su boca
Con alas retorne mi futuro
Y asuma mi sueño del encuentro.

ORACIÓN

Pupilas de la noche
suponen que he sido mis pisadas,
cinco sonrisas y espanto,
metáfora de hombre y balbuceo.
Claves de sol, asombros,
brillos fugaces,
cuerpo que soy de transparencia
y en la penúltima oración, estaba ella.

Tu mirar


Ojos de transparente mirar

¡Qué sensación de paz me embarga!

Ojos claros, serenos, como cristalino lago

¡Que diera! por verme reflejada

en ese espejo de tu dulce mirar.


Ventanas de luz son tus ojos,

destellos divinos refulgen de ellos.

Caricias para el alma cuando miras,

reflejando la paz que llevas dentro,

del Ser amoroso que contemplo.


Abril del 2011.

CUANDO ME HABLAS




Si no están tus palabras,
el infinito, escapa.
Mi mirada, se pierde.
Y el tiempo, no mece las horas.
Si no escucho tu voz,
apago el gris de la tarde,
recojo las hojas de otoño,
siembro risas, que no escucho.
Estás allí…
Donde mi corazón estalla,
burbujeando caricias,
recordando, el celeste que me invade…
Cuando me hablas….


Lía

ESPERA


El silencio,
duerme sin nosotros.
Quiero,
la calma de saberte cerca.
La piel perdida,
busca el aliento de tu abrazo.
Renuncio a mi soledad
y te espero…


Lía

Amigo


Ser confiable que da todo sin medida

que complace y se entrega cada día.

Amable compañía que llena los vacios,

entrega noble de sentimientos mutuos.

Experiencias compartidas todas,

revelaciones y consejos sanos,

caricias que alimentan los sentidos.

Amor que florece en dulces palabras,

cuando con tus letras me abrazas.

Eres tú entrañable amigo.


SENSACIONES
De ser ave en tu tersura
de enfatizar tú sangre
de sublimar silencios agotados
hice de mis sueños besos.
Acaso el verde que me nutre
olvida ser mirada en la penumbra
es humo la razón por la ventana
y tensa la pasión entre las manos.

SEGUIRÉ AMANDO


Lúgubre, acosando,
otra vez pasa a mi lado.
Traicionera sigilosa,
oscura y penando.
Déjame vivir sin miedos!
No me quites lo amado!
Antes… lleváme contigo.
Y … volveré en el viento,
en la brisa del verano,
seré, la lluvia en su rostro,
la tierra en sus manos,
cuidaré de sus sueños,
en la noche…
quien bese sus labios….
No seré un alma en pena!
solo, seguire amando...

LA DIETA


Decidió tomar el toro por las astas y creyó que la mejor solución para aquellos kilos de más que la molestaban, era internarse en una clínica especialista en ello. Sin pensarlo demasiado llamó y en un santiamén le dijeron que sí…que había lugar, el lunes era el día indicado.
Preparó sus cosas, ropa deportiva, zapatillas, con mucho entusiasmo. Al llegar comprobó, que había casos graves de obesidad. Comenzaron con una serie de análisis, le dieron una guía de las actividades previstas, creyó que no podría hacer tantas después de tiempo sin moverse. No se dejó amedrentar, se calzó las zapatillas y comenzó la caminata, feliz de la decisión que había tomado. Cuántas vueltas darían?…uff, las gotas de transpiración caían por su cara…pero ella seguía. Chicos elonguen , que vamos a la clase de ritmos latinos…que suerte! Le gustaba bailar. Al ritmo de la salsa comenzó la clase, que bueno! Cha cha cha, cha cha cha…al cabo de quince minutos y del uno dos tres de la profesora…ya quería dejar, comenzó a hacer pasitos en el lugar, pero ante el mueva! mueva! volvía al baile.
Elonguen que comienza Tai Chi, con la remera empapada en sudor, pensaba, si cada gota es un gramo que se va, bienvenido sea.
Tai Chi era más tranquilo, pero le hacían mover músculos que no sabía que tenía.
La hora del almuerzo estaba llena de risas y bromas, claro era la única manera de superar el mínimo plato de comida que le daban…nos mirábamos unos a otros…gorditos hambrientos.
Las charlas de alimentación y autovaloración eran valiosas, trataba de asimilar todo, para cuando saliera de allí.
El día no había terminado, la pileta era el escenario para acqua gym, creyendo que en el agua el cuerpo no pesa, disfrutando de un bello día de sol, al ritmo de Cheyenne, y tratando de no tragar agua, siguió el ritmo.
La cena era el encuentro de seres sin habla…de tan cansados que estaban. En la cama, desmayada… pensó en los catorce días que le restaban…mujer tu puedes!! Y se durmió.

AS DE ESPADAS
   Ni se habían dado cuenta los paisanos que frecuentaban el boliche de campo, noche a noche, vino a vino, ginebra a ginebra. Gustaban de jugar al truco, entre gritos, respetuosos si, pero gritos machos, semiperdido el grupo en el humo de cigarros baratos y escasa luz. No se habían dado cuenta –en el campo las fechas no son muy precisas-, que transcurrió un año, desde la muerte de Floro Rojas. Le dio una pataleta –dijera José Montiel-, cuando después de un truco-retruco-vale cuatro, Rojas casi rompe la mesa de un manotazo soberbio, con el as de espadas ganador entre los dedos. Y detrás, fue su cuerpazo, fulminado por un infarto, tirando de la mesa copas, ceniceros y escarbadientes usados. Quedó seco, aportó Jaime Rodríguez, con ojos de asombro, excedido en su habilidad para atrapar al vuelo la botella de vino tinto casi llena.
Doña Edith, que regenteaba el boliche, gallega en todo –menos en la tierra que tenía debajo de las uñas-, si, se había dado cuenta, con sus negros ojos de verlo todo.  Había revisado y contado las barajas españolas de cada mazo, sin encontrar faltante alguno, nunca. Montiel y Rodríguez, de profesión domadores de potros, hombres recios, dicen por allí, que se disputaron los favores de doña Edith, pero que el que de madrugada, cerrado ya el boliche, volvía para entrar por la puerta trasera y a oscuras, era don Jaime Rodríguez. Dicen.
Nadie se había dado cuenta, que mezcladas las barajas como las mezclaran, y cuantas veces quisieran, desde aquella noche en que el Señor se llevó a don Floro, en las partidas, nunca apareció el poderoso as de espadas. Cosas del azar, seguramente, o acaso, cada paisano jugador, negara poseerla.


MUJER


Manto que abriga,
meces los sueños.
Suave acaricias y curas heridas.
Noches en vela, esperando partidas.
Sigues tu rumbo,
nada te detiene.
Ante las tormentas,
estoica quedas.
Sueltas unas lágrimas,
retuerces tus manos.
Pero enfrentas la vida.
Y sigues…
Demuestras que la vida
está en ti, Mujer…
FUMAR ES…
Algo lo despertó. Seguramente, un rayo. Recordó no haber apagado el televisor, y sin embargo la oscuridad era total. Le había costado dormir, por un insomnio insólito, inoportuno, innecesario. Había tratado de escribir algo, pero nada surgió. La lluvia, se hacía notar especialmente en la única ventana del dormitorio. Los truenos movían todo, y el viento transformaba en lobos aullando a los cables exteriores. Bajaría a buscar la luz de emergencia y tratar de leer, atrapado como estaba por Cortázar y su cuento “El Autopista Sur”. Pero se descubrió perezoso. Trataba de volver al sueño, cuando recordó que solo le quedaba un cigarrillo, atesorado en su cajita, conservado para ser disfrutado con los primeros mates de la mañana. Alguna vez, en un trabajo menor, había escrito ser prisionero del Satán del Tabacal. Y fue un acierto, no literario, de la vida, hasta ritual. El cuestionamiento acerca de los daños que provoca el tabaco, fue archivado tiempo atrás. Rendido, se declaró fumador de por vida. A las recomendaciones, siempre respondió que fumar, era ya estar enfermo. Si, ha pensado en la probable extensión de su vida, en que hay seres que lo quieren vivo, lo necesitan. Y ahora ella.
Cuando la tormenta más arreciaba, sonó su teléfono. Su hijo menor vendría a dormir, ya que su auto fallaba y no llegaría a casa de su madre. Esteban dormiría a su lado, en la cama ancha y se alegró. Le placía dormir junto a un hijo, mirarlo, escuchar su respirar, imaginarlo niño, imaginarse joven, imaginarle sueños. Sentía especial debilidad por ver a gente amada, dormir, se conmovía. Seguramente, Esteban traería cigarrillos, además. Y el placer sería completo. A esa altura, lo suyo era abstinencia nicotínica. Ahora si, bajaría por la luz de emergencia. Cuando la estaba instalando, llegó Esteban, empapado, más serio que de costumbre. Se quitó la ropa, y solo en calzoncillos subió al dormitorio a saludarlo.
-Date una ducha caliente, hijo-dijo- pero dame un minuto que voy al baño.
Cuando salió, Esteban bajaba las escaleras fumando, tiritando.
-Menos mal que trajiste cigarrillos-dijo al hijo sonriendo.
-No, no traje, papá. Estoy fumando el que estaba en tu mesita de luz 

LA ESPERA


Me estremezco en la espera,
ansiosa, expectante.
Silenciosamente.
Casi en penumbras,
su cálido abrazo llega.
En un beso, su aliento.
En susurros, un te quiero…
LA CIEGUITA


En el barrio, para todos era “la cieguita!. Verla pasar me conmovía, haciendo compras con su bolsita de hilo tejido en red, que se estiraba hasta casi tocar el suelo. Siempre buscando obstáculos con su bastón blanco, como su cabello desprolijo. En mi vereda, solo, sentado a la sombra del árbol de moras, a veces cerraba los ojos largamente para imaginar su universo sin formas, ni colores. Vivía ella a pocas cuadras de mi casa, y aquella mañana, no solo iba con más peso que de costumbre, sino que además, lloviznaba finamente. Dejé el puesto pasivo en mi ventana, y me acerqué a ella. Antes de tomarle la bolsa, temiendo se asustase, dije:

-Le ayudo, señora. La acompaño hasta su casa.

Se estremeció, y en lo que supuse un acto reflejo, giró su cara hacia mi, e hizo una mueca parecida a una sonrisa.

-Oh…lo agradezco

Y marchamos. Yo en mi mano derecha su bolsita, la izquierda en mi bolsillo, y ella tomada de mi brazo, como una esposa. Confiada en mí, dejó el uso del bastón.

-Que no nos vea tu novia caminar por el barrio del brazo o se pondrá celosa- dijo, exhibiendo otra vez la mueca.

-Ja Ja, señora, no tengo novia. Tengo trece.

-Jovencito, si, para novia. ¿Y cuántos crees que tengo?

-No sé, señora.

-No importa. Los dos sabemos que podría ser tu madre. Además, como nunca me he visto la cara, es lo mismo.

-Claro-dije, mientras saludaba con la cabeza a algunos vecinos, que al vernos sonreían.

-Yo vivo sola y las compras se me hacen difíciles. Creo que contrataré a alguien que se ocupe.¿Te gustaría?. Te pagaría, claro.

-No sé, señora. Preguntaré en casa.

-Clara, es mi nombre. No me digas “señora”, que me avejenta-y otra vez la mueca-.

-¿Sabes?-dijo-El oído, el tacto y el olfato son los ojos de los ciegos. Tu voz, ya la conozco. Cuando entres a mi casa a dejar la bolsa en la cocina, sino te molesta, tomaré tu olor y te tocaré la cara, así te registro.¿Te parece bien?

-Si, señora…Clara.

Desde la puerta de calle, al final de un largo pasillo con habitaciones a los costados, se veía la cocina. Aún del brazo, entramos a la casa. El olor interior era desagradable, a humedad, encierro, a ventanas jamás abiertas.

Recorrido la mitad del pasillo-desde donde pude divisar, en una habitación, una cama matrimonial deshecha- tomada de mi brazo, me hizo dar un medio giro y quedamos enfrentados.

-A ver, veamos tu olor-dijo, acercándose a mi cuello, oliéndolo todo, como un animal, mientras con una mano desabrochaba desesperadamente los botones de mi camisita.

Me asustó su gesto feroz, la divergencia violenta de sus ojos casi blancos, su pelo y cara mojados, el aletear desenfrenado de sus fosas nasales. La vi tragar saliva y apoyar contra la pared el bastón.

-Veremos tu carita, ahora.

Sentí sus manos calientes en el rostro, creo que secándome las gotas. Vi sus labios temblar, humedecidos segundo a segundo con una lengua que me pareció horrorosa.

-Hermosos rasgos muchachito, y aún sin barba-dijo apoyándome una mano en el vientre.

-¿Querés que te la chupe?

-¿Qué cosa?

-¡Esto!

-Espere. Dejaré la bolsa en la cocina.

-¡Pícaro! Te gustó la idea.

Dejé la bolsa. Me quité las zapatillas. La puerta de calle había quedado abierta. Desconfiando de sus sentidos, en absoluto silencio, con la espalda sin siquiera rozar la pared, pasé a su lado, dudando sobre todo de su olfato. Nada advirtió, allí estaba la mueca, y el bastón que subía y bajaba en su mano derecha. Me moví despacio hacia la salida, y casi llegando a la puerta, la escuché decir:

-Tardás mucho, nene. ¿Dónde estás? Ya sé…te gusta jugar a la gata y el ratón… ¡ya verás cuando te encuentre!

Ya en la vereda la oí reír y dar bastonazos en la pared.

-Ya verás…ya verás

Y dio un portazo, creyéndome atrapado.

LA TERE

LA TERE


Ansiosa, la Tere aguardaba. Noche a noche, el armónico paso de Cacho en la vereda, la llenaba de cierta angustia. No siempre, él tocaba suavemente su ventana, alrededor de la una. Cuando ello ocurría, despaciosamente salía al pasillo para abrir la puerta de calle, no sin antes verificar que en la habitación contigua, pequeña y miserable, su anciana madre durmiese. Pesada, lacerante, la soltería la había acompañado años. Tantos, que el espejo le devolvía su imagen cada mañana más deshojada. Escuchaba el débil e inestable ronquido de su madre. Treinta años, desde sus quince, viviendo así, prisionera de unas paredes descascaradas, que nunca nadie arregló, ni arreglaría. Tal vez si Cacho…

Pero en cinco meses de esporádicas visitas, ni siquiera el nombre propio sabía. Cuando una noche le preguntó, él simplemente dijo: Cacho. ¿Lo amaba? Algo así sería, ya que no podía dejar de pensar en él. Era más joven que ella, quizás treinta y cinco tendría, y diez años, para sus ansias, no significaban nada.

En una pared, de lo que supo ser el comedor, y ahora, su lugar de dormir, una desteñida foto de Perón, montando un caballo pinto. La había colgado allí su padre, es posible, en tiempos de esperanzas. Una antigua imagen de la Virgen de Luján, reposaba en la cómoda. A ella le imploraba la Tere, desde hacía diez noches, que Cacho llegue y toque. Cacho y sus amigos, al cierre del bar vecino, se reunían en la esquina próxima, donde charlaban y reían un rato. Luego Cacho se desprendía del grupo, y pasaba por su puerta.

La noche en que creyó que su madre moría y salió desesperada a la calle en busca de ayuda, él acertaba a pasar. La asistió, entrando a la casa. Cuando la anciana, por las suyas normalizó su respiración, contuvo a la Tere, la serenó, sonriente acarició sus cabellos, y la besó. Al no conocer otras bocas, el olor y sabor a tabaco y alcohol, no le disgustó. Si le preocupó que su corazón latiera tan violentamente.

Diez noches hacía que las risas esquineras se escuchaban. Pero los pasos no llegaban.. Ella habló del tema. Él, inclinaba la cabeza, ó solo la miraba sin responder. A esa altura, el vientre de Teresa era indisimulable.

IMAGINO


IMAGINO
Imagino la luna en su piel.
De ahí beben lo suave mis manos
que locas, dibujan ojos rendidos
a la vuelta del sol.

Màncora 3º Capitulo El Fotografo

Sé que hay un motivo para todo. Tal vez en el momento en que se produce un hecho no contamos con la penetración psicológica ni la previsión necesarias para comprender las razones, pero con tiempo y paciencia saldrán a la luz.” Brian Weiss

Dio unos pasos desde su cama hacia la ventana, a través de las rendijas de la persiana americana que la cubría totalmente , pudo observar los primeros tímidos rayos de sol que anunciaban un nuevo día.

Recordaba los últimos acontecimientos que habían desencadenado en la situación en que se encontraba, apenas unas semanas, su compañero de labores, Rubén le decía

-¡Hola campeón!, te vas de viaje para Sudáfrica, a cubrir el mundial de futbol

-¿Qué dices? Pero aún no termino de fotografiar las piezas arqueológicas del museo que me encargaron y no hablo árabe!!, además no puedo dejar solos a los niños, con quien lo dejo?

-Nada! Campeón, que son ordenes de la Gerencia y además te caerá bien el viaje, podrás pasar por Andalucía a visitar la familia de Marta unos días y a mi ahijado no te preocupes, se queda en casa con Miren , hará buena compañía con mis hijos, te prometo enviarte noticias a diario al móvil y no necesitas hablar árabe.. Ahí hablan también francés, así que prepárate que sales este fin de semana.

La despedida fue muy emotiva en el aeropuerto, Miren junto a Juan Bautista, lo observaban en silencio, de como se alejaba con dirección a las escalinatas del avión, antes de ingresar a la aeronave, Lorenzo levanto el brazo para despedirse sin imaginar lo que el destino le tenia reservado para él.

Lorenzo de 28 años de edad, fotógrafo de profesión y nacido en la cuidad de Trujillo, a pocas horas de la capital del Perú, esta convaleciente, debido a un accidente que sufrió en el vuelo comercial con destino al aeropuerto internacional de Barajas en España procedente de Johannesburgo.
.
Acompañados de su abuela Renee afuera de la habitación se encuentran sus dos hijos, Miren y Juan Bautista, , quienes perdieron a su madre en un trágico accidente automovilístico cuando apenas cumplían los 10 y 6 años de edad respectivamente.

Aguardaban noticias del medico cirujano sobre la segunda operación a que iba ser sometido su padre.

Miren de la mano de su pequeño hermano, era la que se había echado sobre los hombros la conducción de la familia y afrontaba con ese carácter andaluz que heredo de su madre Marta, todas las decisiones que tenia que tomar para salvar la vida de su padre y mantener la familia unida.

Lorenzo y Marta se conocieron a través de Internet, en facebook, el noviazgo que sostuvieron en Internet fue corto, al año siguiente de mantener interminables correspondencia, Lorenzo se presento de sorpresa en Málaga-España, donde continuaría sus estudios de fotografía profesional, gracias a una beca que había obtenido y en vacaciones tomaba clases de francés , al termino de estos, contrajeron nupcias, fue algo inusual, debido a que ambos contaban con familia numerosa, era la mejor solución al dilema y decidieron realizar la ceremonia por duplicado.

Una en la Basílica de la Encarnación en Málaga España y luego la segunda en la Catedral de el Carmen.-Trujillo Perú, donde pasaron su luna de miel, disfrutando casi todo el día de sus hermosas playas, enseñándole el arte de navegar sobre un caballito de totora en el balneario de Huanchaco a 5 Km. de la cuidad y , además aprendió Marta el deporte que le encantaba a Renzo el Sandboarding ( deporte que consiste en el descenso de dunas o cerros de arena, con tablas especiales parecidas a las del Snowboarding)

Màncora 2º Capitulo La Tia Marina


La noche estaba tan silenciosa que Anelhia se intranquilizaba de no oír ¡nada!, ya iba a abandonar la aventura y regresaría mejor a su cama a seguir durmiendo, cuando de pronto, la puerta de madera crujió avisándole que habían llegado….
Solo vio los lamparines de keroseno avanzando desde la entrada, en procesion fantasmal, como flotando en el aire, no podía ver las caras de la gente que entraban al patio de la casa, se restregó varias veces los ojos con el dorso de las manos, a ver si eso le ayudara a describir alguna cara conocida, pero no, entonces se acordó de respirar nuevamente , estaba a punto de desmayarse por no respirar…su cuerpo estaba tan quieto, como petrificado que de haberla descubierto, hubiesen pensado que se trataba de alguna pequeña momia.
Era su tía Marina, la que entraba, la reconoció por el abultado estomago y su imperceptible cojera, detrás de ella, cuatro personas que llevaban picos y palas en las manos, llevaban el rostro cubierto con telas , tan solo una pequeña abertura para sus ojos, su tía llevaba en su manos una botella de agua, y en la otra un lamparón , el agua estaba bendita por el cura de la capilla.. la llevaba seguro por el "animita" o "espiritu" que le enseño el lugar del patio, donde se encontraba el tesoro, bueno solo la tía la podía ver, tenia ese “don” de ver cosas… se harían un favor ambas, la animita descansaría en paz y su tía haría obras de bien con el tesoro hallado.

Entonces empezaron a cavar en medio del patio por varios minutos hasta que uno de ellos entro en la zanja para continuar arrojando tierra por todo sitio , igual como lo hace su perro manchas cuando entierra un hueso, los minutos eternos continuaron acompañados por rezos como murmullos que decía su tía marina, mientras arrojaba el agua de la botella a la zanja.
Ya estaba casi por terminar la noche, Anelhia abrió los ojos, los murmullos de la tia la habian dormido y por poco se pierde lo mejor de la aventura, habían sacado algo de la zanga, una pequeña caja pero apenas podían cargar los cuatro hombres, lo colocaron sobre la tierra y lo abrieron… desde la posición donde se encontraba Anelhia no se veía lo que había dentro… pero renuncio a averiguarlo en ese momento, su cuerpo le dolía, de haber pasado la noche en cuclillas y sin moverse y tendría que ir a la escuela en unos minutos mas. Cubrieron la caja con mantas y se retiraron los hombres, su tía también se alejo con ellos…. Lo averiguaría cuando regrese de la escuela y pueda dormir un poco.

Cuando regreso a casa de la escuela, todo estaba distinto en el patio de la casa, ya no había zanja y la caja había desaparecido. En muchas ocasiones estuvo tentada de preguntarle a su tía por el contenido de la caja, pero jamás lo hizo, Anelhia estaba segura que fue un tesoro escondido y este “sueño” que tuvo con su tía Marina o quizás fue “real” lo que vio aquella noche en el patio de la casa, la acompaño durante el resto de su vida.
El año siguiente fue a estudiar al colegio de su tía, ahora ella era la directora del colegio y años después, la envío a estudiar a la capital, lo que su sobrina favorita le pidió estudiar…. Anelhia se convertiría en arqueóloga y su sueño era buscar tesoros en su lugar de origen…pero el destino tenia otros planes para ella… la visita en el día de su graduación, de un hombre manco, de quien ella ,jamás había oído hablar en su vida, le giro la vida en 360 grados.




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Nota: Cuando el último Inca Atahualpa, fue hecho prisionero y se solicito un rescate por su vida, que consistía dos habitaciones llenos de plata y una habitación llena de oro, todos los súbditos del imperio, se movilizaron para reunir el rescate, desde los lugares mas alejados, enviaron su contribución, muchos de los cuales se quedaron en el camino, enterrados u ocultos cuando se enteraron de la muerte del soberano.