LA VISITANTE



La mujer que me visita es apacible. Jugamos a conocernos pacientemente, en encuentros secretos.Apenas vemos luz por la estrecha ventana enrejada, y hemos disfrutado noches de lluvia refrescando el inmenso patio en verano. Entra cada noche. Admiro su vocación de visitante furtiva y entre mis miedos, está el de no volver a verla. Duelen, claro que duelen, los reiterados despertares sin ella, y el silbato agudo del guardiacárcel.

1 comentario:

Fibonacci dijo...

Precioso maestro, no vivas con miedo, el día a dia nos hace ser felices, mañana quien sabe lo que ocurrirá.
Un abrazo