+ ¿Qué es lo valioso? +



La admiración y gusto por lo bello es condición humana, así buscamos la belleza en todo cuanto nos rodea.
En esta búsqueda se incluye al sexo opuesto, no importa nuestra edad, siempre admiramos la belleza que da la juventud.
Al llegar a la edad madura, cuando se hace evidente el paso de los años y la belleza externa desaparece, tanto por la fuerza de gravedad, como por el deterioro que la vida misma ocasiona, poniendo fuera de lugar o cambiando el aspecto cada parte de nuestro cuerpo, así mismo siempre voltearemos a mirar a quien conserva todo en su lugar.
En este afán, habrá quien a costa de lo que sea, dinero, sacrificios físicos, tiempo, etc. pretenda conservar esa característica juvenil perdida, como muestra de su rebeldía por la perdida que la edad impone o para sentirse mejor consigo mismo.

Pero, cuando nos hacemos concientes de esta realidad, solo nos quedan dos cosas por hacer:

Aceptarnos y amarnos así como somos.

Y entonces empieza otra búsqueda de la belleza, ya no en el plano de lo físico y material, sino en el interno.
Y, poco a poco vamos descubriendo que la belleza es un Don Divino que nos fue dado y que ha permanecido oculto a nuestra mirada y de los demás.
Cuando logramos descubrir nuestra belleza interior comenzamos a proyectarla al exterior, manifestándola en actitudes, pensamientos, que los demás podrán reconocer fácilmente haciéndonos gratos a sus miradas, y generando otros sentimientos mas allá de la atracción física.
En este momento es que dejaremos fuera de nuestras metas la necesidad de competir por mantener una juventud que pasó, solo así podemos ser personas maduras con una imagen juvenil en el rostro.

"El corazón no envejece..."

2 comentarios:

Cati dijo...

Excepcional artículo, querida MEGA.
Verdades, y más verdades, encierran tus letras,
como siempre, me ha gustado tu forma de expresarte, amiga.
Un beso grande, grande
Cati

Unknown dijo...

Meguita, si que son verdades de a puño, las tuyas. Si, tienes razón. Solo considerar, que esa belleza que destacas tan bien, no es para ser observada por cualquier pelafustán. Que hace falta percepción e inteligencia para valorarla, y eso no se compra en shoppings de moda. Un beso, bella amiga mía y muchas gracias. - Tano