ROSTROS (al niño aquel)

Desolación
sin manos
incierta
tarde de maleta breve
y el giro interminable.
Rostros de acaso piedra informe,
de corazón sin vueltos.
Va el niño lamiéndose la herida
buscando ser en letras
el hombre prometido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuerte Tano, muy fuerte!!
Un abrazo
Sorprendida

cati dijo...

Estremecedor.Pero, bello como siempre Tano.

un abrazo.
Cati