CIEGO FUÍ


CIEGO FUÍ

Ciego fui soñando los campos
Más azules y planos del mundo.
Fui tentando la suerte en tinieblas
Sometiendo lo absurdo a lo absurdo.

Ciego fui, por la pereza.
Obvié las llagas de mis pies y mi garganta
Mutó callada una pasión con velas,
Secó las bocas que de noche cantan.

Asesiné un motín de pobres vanidades,
Cayó mustia la soberbia imbécil,
Pálida agoniza la venganza sorda,
Murió la envidia macilenta y débil.

Liquidé las mentiras infectas,
Entregué los odios en mortaja vieja,
Maté los rencores y con una mano
Ahogaré tabacos que arrugan mis quejas.

Fui rumiando palabras feroces
Que escaparon la noche perdida.
Agité las banderas del siglo,
Las arrié, cuando el sol huía.

Si me hablan de amor, ya no espío
Simulando, abyecto de risa.
Si me dicen dolor ya no callo,
Y no escapo, pisoteando trizas.

Vi campanas de luz aquí cerca
Que redoblan un haz de esperanza,
Se me pintan los campos de verde,
Adorando montañas que avanzan.

Una lucha se yergue en silencio,
La paloma prepara sus alas.
La alborada emerge toda roja,
Y la calle, me muestra sus balas.

Va mi voz reclamándome el pecho,
Van mis ojos percibiendo amigos.
Van mis manos, modelando un sueño
Y mis ruinas, muertas, sin abrigo.

Todo luz, subiré a mi cabeza.
Todo sombra miraré las huellas,
Todo sangre tiñendo esos valles
Y colinas, drogadas de estrellas.

No quisiera sufrir, pero sufro.
No quisiera volar pero es tiempo,
No quisiera morir, es temprano,
Me imagino vestido de viento.

Ahora veo la suerte del ciego
Que dibuja centenas de cielos.
Ahora puedo soñar con un hombre
Que en su sueño, incinera velos.

1 comentario:

cati dijo...

Preciosa y triste poesia, amigo Tano
Todos, en alguna ocasión hemos estado ciegos.Bien es cierto, que la prepotencia,y la presunción, son malas compañeras.
Un saludo
Cati