En un lago celeste vi tus ausencias
y la quietud de tus días.
Rebelde escribes tus vientos,
cálidos llegan de tu alma.
Te conviertes en tormenta y ruges,
cual león herido llamas.
Tus manos siempre están tendidas…
sosteniendo el humo de tus ansias.
Allí te veo bohemio de las letras
esperando los sueños en tu calma.
1 comentario:
Hermoso, Lía. Gracias por dejarnos esta pintura bella. Hasta la vuelta, amiga. Suerte y gracias-Tano
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